Alejandro González Iñárritu: Sé lo que no Quiero
“Sería estúpido decir que hago películas sólo para mí. Pero tampoco puedo decir que las hago sólo para el público. Creo que lo que ocurre es que hago las películas que me gustan, pero siempre con la esperanza de que al público también le gustarán, de que compartiré mi felicidad con él. Pienso siempre en el público y haría cualquier cosa para conmoverlo, pero nunca hasta el punto de traicionar mi idea del film. Jamás iría contra mis propios sentimientos con el objetivo de conseguir un espectador más. Quiero que al público le guste la película, pero yo tengo que ser el primero en amarla. Creo que si se sigue esta estrategia es más fácil saber lo que se desea y confiar en el propio instinto cuando hay que tomar decisiones. Lo más importante, para mí, es establecer lo que no quiero. Una vez logrado, he realizado la mayor parte del trabajo. Sólo me queda encontrar un equilibrio entre lo que quiero hacer y lo que puedo hacer, que no es en absoluto la misma cosa.
Durante todo el proceso de elaboración del film, tengo una idea muy abstracta y a la vez muy poderosa de cómo debe ser es como si conociera el ADN del film pero no supiera cómo va a evolucionar. Esta sensación se extiende a cada etapa de la elaboración de la película, incluida la sala de montaje, donde continúo redescubriendo la obra. Sin embargo, concedo una gran confianza a mi instinto. A veces incluso da un poco de miedo. Por ejemplo, durante el rodaje de Amores perros (Amores perros, 2000), decidí que los combates de perros se celebraran en una piscina vacía a la que se accedería por un túnel sombrío, porque había imaginado un plano con la cámara al hombro siguiendo al personaje que se lanza a su último combate a través de un túnel oscuro. Evidentemente, no teníamos presupuesto para construir algo así. Por lo tanto, buscamos por todas partes una casa con una piscina con un túnel de acceso. Conforme se acercaba el rodaje, la gente empezaba a angustiarse, pensando que no la encontraríamos, y todo el mundo intentó convencerme para pensar en otro modo de rodar aquello. Pero insistí en mi determinación, y en el último momento encontramos la localización perfecta. En general diría que el 90% de mis ideas acaban funcionando. Y cuando veo el film acabado, no me llevo grandes sorpresas. Al ver terminada mi primera película tuve la sensación de haber conseguido exactamente lo que tenía en mente. Estaba contento, pero no sorprendido. Lo que en cambio ignoraba era si le interesaría a alguien más aparte de mí. La verdadera sorpresa fue el éxito del film, el impacto que tuvo en la gente a través del mundo.”
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Martin Scorsese: Los Actores Deben ser Libres, o Pensar que lo Son
MS: En realidad, la dirección de actores no entraña ningún secreto. Me refiero a que depende del director. Algunos directores consiguen grandes interpretaciones con actores, aun siendo muy fríos con ellos, muy exigentes e, incluso, desagradables en ocasiones. Tengo la impresión de que trabajar con actores está bien si tienes a actores que te gustan como personas.
David Lynch: Mi Movimiento de Dolly Secreto
DL: “Todo director tiene unos cuantos trucos técnicos particulares. Por ejemplo, a mí me gusta jugar con los contrastes; me gusta utilizar objetivos que den una mayor profundidad de campo; y me gustan los primerísimos planos, como el famoso plano de la cerilla en Corazón salvaje; pero nada de todo esto es sistemático. Sin embargo, tengo una manera particular de poner en marcha la dolly.
David Cronenberg: Un Cineasta Debe Saber Escribir
DC: Como he dicho antes, siempre pensé que mi carrera «seria» sería como escritor y creo que, por eso, aún sigo considerando la literatura como una forma de arte más «elevada» que el cine. Por muy sorprendente que parezca, cuando en una ocasión se lo comenté a Salman Rushdie, al que considero uno de los escritores más interesantes de su generación, me miró como si estuviera loco.
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